sábado, 22 de marzo de 2008

Aquel pub


Entre en aquel pub, decorado con elementos irlandeses. Apenas media docena de personas estaban en la barra y solo una pareja sentada sobre una de las mesas de madera y tapete verde.
Sobre la barra del bar colgaban grandes lámparas de metal con pantalla que arrojaban una luz amarillenta dando un aspecto fantasmal a la sala.
Pedí una cerveza guiness y unos cacahuetes y me acomodé sobre un taburete, con mi brazo derecho apoyado sobre la barra.
Y apenas llevaba dos sorbos de cerveza cuando apareció ella…
Era mas bien alta, muy delgada, con una proporción de formas casi perfecta como una Venus griega. De facciones exóticas pero bellísimas y luciendo una cabellera pelirroja se sentó en una de las mesas del salón, exactamente frente a mi.
Vestía una ropa informal pero muy elegante. Blusa amplia de color amarillo claro y una minifalda negra. Unos zapatos de tacón negros, muy elegantes realzaban su figura Es tremendamente sexy, pensé, mientras apuraba otro sorbo de cerveza,
La observé hasta en sus más mínimos detalles. Pidió un cubalibre de Bombay Saphire y la observé como sus sensuales labios brillaban al contacto con la bebida. En un instante una gota del líquido se le resbalo por el rostro y ella sacando la lengua, en un gesto muy excitante, la recogió.
Y pensé que era demasiado bella para que se fijase en mí aunque soñé con besarla porque soñar no cuesta nada.
Apure otro trago de cerveza y al levantar la vista me di cuenta que ella me miraba fijamente. Sostuve la mirada con mucho nerviosismo y entonces ella me dirigió una suave pero maravillosa sonrisa que hizo palpitar mi corazón y temblarme las manos.
Y de pronto descruzó y volvió a cruzar las piernas mostrándome fugazmente la oscuridad de su sexo. ¡No lleva bragas pensé!.
Y en una reacción inusual en mi me levanté con presteza y me dirigí hacia ella sentándome enfrente.
No nos dijimos nada pero nuestros ojos hablaban por si mismos. La cogí de las manos y se las besé y ella me acarició la mejilla.
Nuestras piernas se tocaron acariciándose unas con otras y mi sexo empezó a agitarse.
Y entonces me incorporé de mi asiento lo suficiente para besarla en los labios, un beso eterno, largísimo en el que supimos transmitirnos nuestros deseos.

De repente ella se levantó avanzó por el salón y girando a la izquierda tomo unas escaleras que iban hacia el sótano. Yo esperé a calmarme un poco y que no se me notara la excitación, por el bulto de mi pantalón, y pasado un par de minutos tomé la misma dirección.
Bajé al sótano y vi los lavabos de señoras entreabiertos y que ella dentro me observaba.
Entre y sin hablar cerré el pestillo interior.
Nos abrazamos con pasión mordiéndonos nuestras bocas casi haciéndonos daño. Mis manos acariciaban con frenesí todo su cuerpo notando como ella hacia lo mismo. Acaricié su espalda, su cabello, rostro, sus senos, su trasero apretando este contra mi de manera que mi pene durísimo se refregara contra su vientre
Sentía latir su corazón, como su cara sudaba y sus manos se movían nerviosas acariciándome la espalda. Yo refregaba con frenesí mi sexo contra el suyo.
La apoyé contra la pared hundiéndole mas mi pene en su vientre. Súbitamente ella me lo acarició inundándome de placer. Entonces le subí la falda y vi que solo tenía puestos unos pantis transparentes que adivinaban la oscuridad de su vello púbico.
Me agaché y se los rasgué hundiendo mi cabeza en su sexo húmedo que empecé a besar y a chupar aspirando sus jugos mientras aspiraba su maravilloso aroma a mar. Ella exhaló un grito y entonces me incorporé mientras ella se agachaba y me desabrochaba el pantalón sacando mi pene con presteza y metiéndoselo en la boca con avidez llevándome al éxtasis con su lengua y el calor de su boca.
Subidamente la cogí en brazos abrazándome a ella mi cintura con sus muslos y la penetré con violencia. Cabalgamos con frenesí, con pasión, con violencia. Entraba y salía de ella con total sincronía formando un acoplamiento perfecto, como hechos el uno para el otro.
De pronto ella arqueó la espalda y apretó fuertemente mi sexo con su vagina, empezado a temblar. Y yo viendo que estaba llegando al orgasmo apreté con fuerza penetrándola hasta lo mas hondo y descargué un torrente de semen dentro de ella mientras ambos gozábamos de un maravilloso orgasmo.
Nos abrazamos sudando aun, nos dijimos un te quiero al unísono que nos hizo sonreír y salimos abrazados de allí.
Porque somos el uno para el otro, porque para mi ya no hay mas mujer que ella, porque la amo, porque mi vida ya solo tiene un sentido: amarla

11 comentarios:

Anya dijo...

Hola! gracias por invitación, prometo ponerme al día, he estado con mucho trabajo en esta semana santa, saludos!!

CalidaSirena dijo...

En una décima de segundo se puede encontrar al amor de tu vida, sólo hace falta una mirada para engancharse a una persona y seguir amándola a través del tiempo.
Me ha gustado el post.
Un beso

Etèria dijo...

Es bonito pensar que el amor da sentido a la vida pero no tanto que todo el sentido de la vida se centre en amar a alguien, eso me parece realmente triste.

Besos

Anónimo dijo...

otro relato fantastico, como siempre, que alegria pasarse por estos lares y encontrarse esto!! jajaja

Para mi la vida es amar, querer por encima de todas las cosas.

Llevo muchos años queriendo a una misma persona y no lo cambiaria por nada, espero seguir queriéndole toda mi vida.
un saludo compañero, gracias por invitarme a este otro blog.

Silvia&Robert dijo...

Relato interesante sobre el amor. El amor da vida, frescura, rejuvenece. El amor es vida.

sundari dijo...

Una forma muy viscerál de encontrar el amor.
A trevés del deseo,la pasión,el ardor,el furor.
Dejarse arrastrar por el instinto mas primario y por el alma.
Bonita ecuación.
Increible placer¡¡
¿Me sorprendiste??
No.
Te seguiré leyendo

Anónimo dijo...

o sea que ligaste, parece

macropovov dijo...

amor/pasión perfecto!!!

Pasion_intima dijo...

Precioso post me ha gustado mucho, besitos

Kibalu dijo...

Un saludo ardiente...

carla Tv. dijo...

simplemente perfecto......perdona que llegue asi sin avisar , cai de nose donde pero me gusto mucho hacerlo ...besos londinenses